A cristina Loyola, quien es feliz
propiciando que nos demos amor.
Todo empieza con una decisión, que, aunque parece sencilla, no lo es. Lo importante es tomarla. Cuando lo haces, de alguna manera cambias algo significativo en tu vida.
El primer día no es sencillo, el segundo y el tercero, menos, sin embargo, el dolor que te invade al dar el paso, levantarte o bajar escaleras, es diferente al de una enfermedad, un golpe o una caída. Este, es reflejo del trabajo, es un dolor que, de alguna manera te regocija, porque lo sabes resultado de tu disposición a la acción.